miércoles, 7 de septiembre de 2011

La Vida y los Sueños

Un corredor, con luces y sombras
con puertas blindadas que miran al mar
para verlo, no más... para verlo.
para tener un sueño y una ilusión
y no enloquecer en el encierro.

El vértigo del camino incierto
y un desconocido dirigiendo el viaje;
un paisaje niño, que queda al costado
y un reloj que te mantiene despierto,
que transforma un día, en otro día
y convierte en canas las trenzas de entonces,
que ablanda tu cuerpo...y tu alma también,
e intuye el camino, si lo dejan ver.

No hay ruta, o señales ni faro encendido,
Sabios ni Chamanes, mapas ni mojones
en quienes confiarse;
no hay frenos que paren el viaje iniciado
ni luz de farol que ilumine las sombras
no hay cuevas que escondan los rayos del sol
ni huellas que marquen caminos andados.

Sólo está el Ahora y esos fieles Sueños
que dejas de lado y que callas, quiza avergonzado
y esperan pacientes, con brújula en mano
y conservan tu espíritu y sangre caliente
para desafiarlos...
Prometen futuro; conviene escucharlos